martes, 25 de septiembre de 2007

Mi consiencia


Ayer conversé conmigo misma, y vieran la de discusiones que tuvimos, me contó lo que es dormir con los ojos abiertos, en un mundo donde tanta luz te deja ciego. Me habló de los enredos que hay en mi cerebro, ¿que si son traumas? ¿o simples pensamientos?. Me escuchó decirle cuanto lo siento por no dejarla opinar cuando debo, y por hablar cuando no debo.
La vi llorar en mis adentros por impotencia y también miedo. Le conté mis sueños, me dijo que estuvo en ellos, y que las pesadillas son aun más feas cuando estas adentro. Me aconsejó reposo, yo le prometí oscuridad para cerrar los ojos. Le conté de las veces que siento ese dolor en el pecho, y me dijo que era ella golpeándome por dentro. Preferí no preguntarle nada más, me condenó por ser débil y no razonar.
Después, hablamos por horas sin suspiros o regaños, creo que al fin nos entendimos… Y fue entonces cuando las dos descansamos.

Vivir un día más

Comenzar todo lo que un día fue,
y poder despertar admirando al Sol,
poder confiar sin mirar atrás
todo aquello que nos hizo llorar.

Caminar firme y sin tropezar,
con una sonrisa ir para que no sintamos dolor,
poder encontrar la respuesta que tanto buscamos,
abrazar para sentirnos bien y no pensar que estamos solos.

Poder luchar para seguir adelante,
sin que la muerte nos estorbe,
poder lograr nuestro objetivo
que es vivir un día más...
Y las cosas comenzaron a desatarse en mi interior, mi cabeza iba a explotar era insoportable aquel dolor, ese sentimiento de angustía, de inseguridad, de más que nada "miedo", ese miedo tonto que me hace llorar cada vez que vuelve a mis pensamientos, mi hermana me repite siempre que tengo que conservar mi seguridad, pero parece que va más allá. Es cuando las personas comienzan a dejarte de lado, o quizás tu sientes aquello, quizas son esos nuevos mundos, esos mundos que tienen lo que el mio no, que es bastante diríá yo... Pero a pesar de toda esa soledad que se siente a veces, cuando te entregan un poquito de cariño, vuelas al cielo por un momento, porque la gente necesita de una mano, yo necesito de una mano, es más, yo necesito de tú mano, tanto busqué para que ahora te alejes, sin nisiquiera un sentimiento de amargura... cuando yo comienzo a sentir que muero sin tu compañía, va mucho más alla que un simple te extraño, va mucho más allá que los sentimientos, mucho más allá... comienzo a entender un poco más de la vida, comienzo a entender que no siempre estará aquella mano que te levante, porque la vida da vueltas y vueltas y hoy me encuentro aquí confundida pero segura.